7 de octubre de 2009

Sobre el honestismo


El honestismo, a pesar de ser un término que ya se instaló en Argentina, es una palabra que puede llegar a generar confusiones. Y es más bien una estrategia, que una mentira.
Siempre está presente la cuestión política al utilizar esta palabra, ya que de allí deriva, y su vinculación está sometida a los políticos de turno.
Sin ir más lejos, las últimas elecciones legislativas tuvieron un tinte especial y resultaron más importantes de lo que se esperaba, o así por lo menos se presentaron. Y fue un fiel reflejo de lo que es el honestismo: callar las propuestas e ideas con discursos banales.

Somos nosotros, los ciudadanos, los que se ven afectados ante una situación así. Los que escuchamos a un político callar ante una pregunta o no discutir sobre lo que realmente importa.
Martín Caparrós abre el debate sobre el honestismo en un artículo que escribió para el Diario Crítica. Hace hincapié sobre este término y lo explica, y detalla, a más no poder. Así establece la diferencia que existe con la honestidad, la cual los políticos utilizan en cada situación a la hora de enarbolar una bandera. Y está bien que exista esa diferencia. La que separa la falta de ideas de la mentira.

Hay que resaltar, sobre todo, una definición en particular sobre este término en cuestión. “El honestismo es la forma de no pensar en ciertas cosas, un modo parlanchín de callarse la boca”, dice Caparrós. ¡No puede haber mejor definición que ésa! Un juego de palabras que deja en claro lo que se plantea. Su argumentación no necesita más extensión.
Eduardo Blaustein, también periodista del Diario Crítica, habla sobre el honestismo en su columna de opinión y ejemplifica aún más el término; donde destaca que hay muchos modos de encarnar esa proposición del honestismo y dice: “Pagando buena plata a un estudio de abogados patricios en caso de pleito, diseñando leyes desde el poder del dinero o moldeándolas por lobby, se puede cagar la vida de millones de prójimos sin que medien ni la truchada ni la coima”. Dando como ejemplo lo que significa para él “el honestismo”.

Pueden existir diferentes puntos de vista sobre esta palabra. Opiniones a favor o en contra de Caparrós. Pero lo que importa es el análisis. Sin análisis no existe debate ni proposición de ideas, y sin debate ni proposición de ideas se presenta el honestismo.

Por Huber Ezequiel Baca

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