2 de octubre de 2009

“Taringa es casi como un hijo”


No sólo la sangre los une. Matías y Hernán Botbol son los propietarios de la comunidad online más importante de la Argentina. Diariamente, alrededor de tres millones de personas visitan el sitio para compartir información. Estos últimos años, logró consolidarse en la web a tal punto que compite con portales como Yahoo! y Facebook. Taringa!: un sistema único, exitoso y sin límites.

Por Huber Ezequiel Baca y Hernán Real


¿Cómo surge el sitio?

Hernán: Taringa surge en el año 2005 con un proyecto que empieza Fernando, conocido en el mundo de Internet como “cypher”. Él empieza a aprender programación mientras que arma el sitio, y nosotros paralelamente comenzamos a poner una empresa de hosting llamada Wiroos. Al poco tiempo lo conocemos, conocemos el sitio, y le damos alojamiento web a cambio de algunos banners en la página. Ya en el año 2006 Fernando se cansa del sitio, porque lo hacía más como un hobby que por algo comercial, y es ahí cuando nos ofrece a nosotros el proyecto y decidimos aceptarlo.

Digamos entonces que desde un comienzo ustedes vieron que se podía hacer un buen negocio, llevando a cabo publicidad, poniéndole trabajo…

Hernán: Claro. Antes el sitio estaba pensado más como un pasatiempo: lo que nosotros veníamos con ganas de hacer era un emprendimiento web más formal.

Matías: De todas formas, nunca pensamos al sitio como un negocio porque seguramente si uno quiere hacer negocio debe haber mejores… Nos gustaba la idea, éramos usuarios y en el momento en que nosotros tomamos el mando el sitio venía mal y nos daba también como cosa dejarlo abandonado.

¿Y por qué deciden el nombre Taringa?

Matías: El nombre lo decidió Fernando cuando arrancó con el proyecto. Es una pregunta que siempre nos hacen y no tenemos muy en claro, y una vez le dijimos: “Bueno, ¿Qué pasó? Porque siempre nos preguntan lo mismo”. El tema fue que en internet es muy difícil conseguir nombres de dominios disponibles. Y en su momento se le ocurrió ese nombre, le pareció gracioso y quedó así. No tiene un significado especial. Y cuando nosotros seguimos con el sitio, un montón de gente nos preguntó: “¿Y le van a cambiar el nombre? Porque es un nombre raro…” Pero nos pareció mejor dejarlo así: por ahí, cuando uno lo escucha por primera vez parece un chiste, pero después te acostumbrás y ya deja de parecer raro.

¿Cómo definirían en simples palabras a Taringa?

Matías: Es una comunidad web donde uno puede compartir con los demás lo mejor que encuentra en internet. O lo que más le gusta de su vida cibernética. Y como todos colaboran y comparten con los demás se genera un lugar con mucha información.

¿Y de slogan por qué eligieron “Inteligencia colectiva”?

Hernán: El eslogan fue cambiando a lo largo del tiempo, hasta que llegamos al que está ahora que nos parece es el que mejor define al sitio. Antes había uno que decía “Health begins in the colon”, que quiere decir “La salud empieza en el colon” y eso se debe a que si entrás ahora a taringa.com vas a ver que hay una clínica que hace limpieza de colon en Australia (Risas).

Matías: Después hubo otro que era “Reduciendo la productividad”… Incluso hubo un momento en el que cambiábamos el eslogan todas las semanas: los usuarios nos tiraban ideas y lo íbamos cambiando. Hasta que una vez quedó éste y la gente se empezó a copar. Y un poco refleja el hecho de que entre todos hacen algo más inteligente, o más productivo que una persona individual.
Actualmente, ¿Cuántos empleados tiene la empresa? ¿Cuántas son las personas que trabajan?

Matías: Dedicados a Taringa somos siete, me parece…

Hernán: Sí, es difícil de decir porque como todavía tenemos la empresa de hosting… Yo por ejemplo hago cosas de las dos unidades, y Alberto también. Hacemos un poco de todo.

Matías: En Taringa son cuatro los chicos que están dedicados a full. Pero somos siete en total que estamos metidos.

Y con respecto a eso: ¿Cuál es la función de cada uno? ¿Tienen alguna función definida? ¿Hay alguno que se especialice en determinado ámbito?

Matías: En un principio, todos hacíamos un poco de todo. Pero a medida que uno va teniendo más tareas, se da cuenta de que para determinadas cosas se siente más cómodo. Hernán se ocupa más de lo administrativo, de cumplir una organización contable, legal… Él estudia Administración de Empresas, entonces se orienta más a eso. Después está Alberto, el otro socio, que sabe un montón de tecnología y se ocupa de toda la administración de los servidores, de muchas cosas de desarrollo y demás. Y yo en verdad soy diseñador gráfico, y en su momento trabajaba mucho con Alberto en todo el desarrollo del sitio. Pero con el tiempo cada vez se fue haciendo todo más complejo y yo medio que lo empecé a mirar un poco de afuera. Si bien a veces meto mano y me pongo a programar un poco, estoy más dedicado a lo que es por ahí lo comercial. Y del resto de los chicos, cada uno tiene ya una función mas fija: Federico es diseñador, otro chico es programador y otro que es más vendedor está conmigo.

¿Y qué fue lo más curioso que les pasó en Taringa? Ya sea un post, alguna anécdota que tengan…

Hernán: Lo que tiene Taringa es que todo el tiempo vos entrás a la página y ves el ranking de posts… Y por ahí hay cosas que están súper comentadas y con un montón de puntos que vos ni siquiera te imaginabas que existían, o quizás cosas que en algún momento de la vida se te ocurrieron pero nunca las plasmaste en forma escrita. Y también hubo algunos casos de gente que pudo encontrar a su familia, como por ejemplo un chico que logró reencontrarse con su padre luego de 25 años.

Matías: Esas cosas creo que son las que a uno más le llaman la atención porque vos estás metido haciendo esto, haciendo lo que es Taringa, y se empiezan a dar un montón de fenómenos inimaginados… Y por ahí alguien que lo ve de afuera se cree que nosotros lo estamos organizando, y nada que ver.

Ahora, con respecto a los posts, ¿Cómo funciona el sistema de eliminación?

Matías: Está lo que es el protocolo, que son las reglas para hacer los posts, y después los mismos usuarios son los que nos ayudan a administrar: hay 30 moderadores, que son usuarios de mucho tiempo y en los cuales confiamos un montón, que se ocupan de revisar el contenido. El tema es que por día se suben entre 5000 y 6000 posts. Entonces, por medio de las denuncias, los mismos usuarios terminan ayudando a que eso se regule. Y cuando un post llega a una determinada cantidad de denuncias queda en un panel de administración donde están todos los posts que fueron denunciados, y ahí los vamos revisando y aceptando o no la denuncia según el caso. Y después si la denuncia se acepta, a los usuarios que denunciaron bien se les dan 3 puntos como agradecimiento; y si está todo mal denunciado se le restan 5. Eso más que nada está hecho para que un usuario no se ponga a denunciar todo y tenga un poco de criterio.

¿Y el tema de la puntuación cómo lo planearon?

Matías: Surgió para poder administrar y rankear el mejor contenido y destacarlo. Hay de todo: gente que está a favor de los puntos y gente que los odia.

Hernán: Pero para el que hace un post y le puso un montón de pilas, terminar siendo top post es como una satisfacción muy grande.

¿Dónde creen que reside el éxito de la página?

Matías: Yo creo que se da por el hecho de que es un sistema único… Ahora hay un montón que son copias, pero en su momento no había un sitio igual a Taringa, en donde cualquier usuario puede compartir con los demás información que encuentra interesante y después tener la gratificación de que la gente te comenta. Por un lado tiene ese espacio, y por el otro es que ya hay tanta cantidad de información que uno encuentra lo que quiere. Entonces eso hace que la gente empiece a entrar todos los días, y lo empiece a recomendar.

Hernán: Es como una alternativa a un buscador también: por día creo que se hacen un millón de búsquedas…

Matías: Más, ya son dos millones de búsquedas por día, lo cual es un montón. Con Yahoo ya compite el buscador… Y la verdad es que el sitio nunca fue pensado con ese objetivo.

Es como una enciclopedia online, se podría decir...

Matías: A nivel contenido sí… Después está lo que es usuarios: lo más polémico siempre se da en base al comportamiento de la gente más que en el contenido, porque se empiezan a pelear, o se hacen amigos, o se arman grupos. Y nuestro rol es medio como hacer de los malos, pero en verdad es para tratar de que las cosas no se vayan al carajo.

¿Y recibieron alguna oferta para vender el sitio? ¿O consideran venderlo en algún momento?

Matías: Siempre hay ofertas dando vueltas, pero nuestro objetivo no es vender el sitio tipo YouTube e irnos a una isla. Lo sentimos como nuestro trabajo: lo disfrutamos, nos gusta hacerlo y nos llena de gratificación todo lo que va pasando. Si el día de mañana viene alguien y lo quiere comprar, lo evaluaremos y veremos. Pero no es nuestra meta principal.

¿Sufrieron alguna amenaza de juicio por algún contenido que se publicó?

Hernán: Lo que nosotros tenemos es un sistema muy eficiente de denuncias, que además del que ya habíamos comentado puede ser también por mail y otros contactos más. A veces puede pasar que llega una denuncia pero lo que hacemos es borrar el contenido de la persona que está reclamando. Es lo más fácil, lo más seguro y lo más justo quizás.

Matías: Nosotros tenemos buena fe en el sentido de que nuestro sitio no está hecho para dañar a terceros sino para compartir y que la gente tenga un lugar agradable para estar. Y si termina siendo un canal de difamación o de lo que sea contra otros es como que pierde el espíritu.

Ahora, ¿Cómo surge Poringa? ¿En qué momento?

Matías: Cuando nosotros arrancamos con Taringa había una categoría que se llamaba “no apto” que agrupaba el contenido que ahora hay en Poringa. Y lo único que tenía de diferencia era que los links estaban en rojo. Pero era un problema porque si una persona quería entrar desde el trabajo podía tocar mal el link y le aparecía una mina desnuda, lo cual no quedaba muy lindo… (Risas) Esta decisión la tomamos más que nada para la gente que es menor de edad, que estaba en el trabajo, o mismo las mujeres. E incluso los anunciantes: no va a venir Coca Cola a anunciarte en un sitio de ese tipo. Entonces dijimos: “Y bueno, ¿Qué hacemos con todo esto?” Porque una opción es borrarlo, pero nos parecía que no correspondía. Ahí surgió la idea de hacer un sitio paralelo, y así fue que nació Poringa y todo eso fue a parar para allá.

Para terminar, ¿Qué viene a ser al día de hoy Taringa para cada uno de ustedes?

Hernán: Matías tiene dos hijos, así que no sé… Pero para mí es casi como un hijo también.

Matías: Sí, es como un hijo casi. Uno ya le tiene dedicado mucho tiempo, y hacer el sitio desde que era muy chiquito hasta lo que llegó a ser hoy, es como que… Más allá de que sea un trabajo y todo, uno ya le tiene un cariño especial.

Hernán: Sería imposible estar dedicándole doce horas por día todos los días a algo que no te gusta.

Matías: Sí: básicamente nos gusta lo que hacemos. Más allá de que después ésto sea nuestra fuente de ingresos, nuestro principal objetivo es que nos guste.

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