15 de octubre de 2009

Un fracaso llamado Caseros


La Cárcel de Encausados de la Capital Federal, más conocida como la Cárcel de Caseros, fue ideada por la Comisión Nacional de Construcciones Penitenciarias, durante el gobierno de Arturo Frondizi, en 1962. Su construcción tardó once años, con una serie de interrupciones durante los gobiernos democráticos, y se llevó a cabo siguiendo el modelo norteamericano de Alcatraz, establecimiento que hacía más de 14 años había sido cerrado por considerarse inhumano. Su construcción, su estadía y su posterior demolición concluyeron en un final inesperado: el fracaso.

Por Huber Ezequiel Baca y Hernán Real

La cárcel, ubicada en el Barrio de Parque Patricios, ocupaba dos manzanas entres las calles Pichincha, Pasco y 15 de Noviembre de 1889. En una de las manzanas estaba la llamada cárcel nueva, la cual fue demolida por completo.
En la otra se encuentra aún la cárcel vieja, construida en 1870 por Domingo Faustino Sarmiento, que originalmente funcionó como correccional de menores. El frente de este edificio y sus dos torretas son consideradas de valor histórico, y fueron reciclados y conservados cuidadosamente por el Gobierno porteño.

El entorno: Barrio Parque Particios

La zona se caracteriza por la alternancia de depósitos y viviendas de poca altura con una baja densidad poblacional. Desde 1886, en el predio ubicado sobre la Avenida Caseros se habían instalado nosocomios vinculados a la corrección de jóvenes y adultos; por esta razón, la zona cercana a este edificio sufrió históricamente un “retraso” respecto a otros sectores.

Los orígenes

La construcción de la Cárcel de Caseros se inició en 1962; en ese momento, al mando de Arturo Frondizi, presidente de turno. El plan, además, consistía en la edificación paralela de los Tribunales del Crimen, que luego fracasaron, y un Complejo Penitenciario en Ezeiza, igual al que ahora se desarrolla en esa localidad del conurbano.

En 1963, la obra se detuvo tras el aviso del Servicio Penitenciario Federal al ex presidente Arturo Illia. El argumento era claro: la cárcel tenía un plan inhumano para los futuros convictos. La idea de no contemplar áreas para Educación y Trabajo fueron determinantes para que el SPF (Servicio Penitenciario Federal) desembarque en esa decisión. La edificación estuvo detenida hasta que otro presidente, Juan Carlos Onganía, decidió retomar las obras en 1969.

La obra tuvo tardanzas y estuvo paralizada cuando ya se había logrado terminar la estructura de hormigón armado. Finalmente, en 1979, el por entonces presidente de facto Jorge Rafael Videla decidió habilitar la cárcel con el ingreso de 17 detenidos, a pesar de que ésta no había sido terminada. La inauguración tuvo lugar el 23 de abril y contó con la presencia de Alberto Rodríguez Varela, ministro de Justicia de la dictadura. La obra fue bendecida por obispos y presentada a la sociedad como un “modelo” de establecimiento penal; los diarios de la época así lo retrataron.

Desde ese momento, la Cárcel de Caseros pasó a ser la más grande de Sudamérica:

- 85 mil metros cubiertos
- 23 plantas
- 2 subsuelos
- 2096 celdas individuales
- 14 ascensores

- 16 patios de recreo

- 60 locutorios

- 20 talleres de trabajo


Al lugar se envió a un grupo de presos políticos los cuales, en muchos casos, venían de cárceles como Sierra Chica, Rawson, Devoto, Magdalena, Coronda y otras.

Organización del edificio

La prisión construida en reemplazo de la Penitenciaria Nacional de avenida Las Heras se habilitó en la dictadura militar con 25 plantas, utilizadas para alojar a 1800 presos a la espera de condena en celdas individuales.

De los 25 pisos, 15 estaban designados al alojamiento de los presos. Pero, además, el edificio tenía su propio gimnasio, un auditorio y microcine, una iglesia, un hospital propio con dos salas de terapia intensiva y lavaderos.

Del piso 3 al 16 se alojaba a los presos en celdas individuales, las cuales estaban agrupadas en pabellones con un patio de recreo cada dos pisos.
El piso 17 poseía su propio patio y el 18 era para presos aislados, los cuales recibían sanciones disciplinarias y tenían problemas de convivencia con los demás convictos.

Constaba de 14 ascensores generales y dos auxiliares, que parecían suficientes para la circulación interna de los convictos. Pero el promedio de elevadores que funcionaban era de tres o cuatro, todo a causa de los primeros motines y la falta de presupuesto.

Es por eso que, poco después, el objetivo inicial pasó a ser un mito: el penal se superpobló y se mezclaron condenados con procesados.


Deterioro de las instalaciones

En abril de 1984, se originó un histórico motín que duró cuatro días. El desenlace de dicho motín terminó en la destrucción de los ascensores, los gimnasios del piso 20, el auditorio planeado como cine, las salas de terapia intensiva y el hospital. Estas áreas arrasadas quedaron destruidas para siempre: ningún Gobierno decidió reconstruir esos sectores fundamentales para la reinserción.

En ese momento, las celdas individuales dieron paso a grandes pabellones comunes, donde el hacinamiento y las mafias de presos y carceleros fueron el sello hasta agosto de 2000. Ese año, finalmente, se decidió cerrar el lugar y los últimos detenidos, alojados en la cárcel vieja, fueron trasladados en agosto de 2001.

El fin de la Cárcel de Caseros

La Cárcel debió ser demolida ya que su tipo de construcción dificultaba que sea remodelada para otros usos. En su mayor parte, la estructura estaba constituida por tabiques de hormigón armado que dividían los espacios y esos tabiques no podían demolerse porque eran elementos de sostén del edificio. En cuanto a las losas, éstas estaban construidas para soportar poco peso, por lo que hubiese sido imposible que resistan algún tipo de mobiliario, y reforzarlas hubiese salido mucho más caro que demolerla.

Luego del cierre, comenzó a buscarse la técnica adecuada para demoler el edificio. Primero se pensó en una implosión y hasta se llegaron a perforar las columnas para poner explosivos. Pero los vecinos frenaron los trabajos con un recurso de amparo, preocupados por el efecto que la demolición tendría en sus casas y los hospitales vecinos: el Garrahan y el Udaondo.

El 22 de agosto del 2006 se firmó un convenio con el Ejército por 7 millones de pesos para que éste se encargara de tirar abajo la cárcel. Desde entonces, trabajaron 75 operarios, entre contratistas y militares, utilizando taladros neumáticos y mini cargadoras con palos y martillos de demolición. Los escombros se arrojaban por los huecos de los 14 ascensores. Y una parte se utilizó para rellenar los terrenos donde hoy está el Parque de la Memoria, en Núñez.

Planes a futuro

Una vez terminada la demolición, las 2,8 hectáreas de tierra que quedarán libres entre Pichincha, Caseros, 15 de noviembre y Pasco serán utilizadas como distrito residencial y central. Además, se abrirá la calle Rondeau, que se interrumpía con la cárcel.

El ONABE (Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado), dueño de los terrenos, cederá 2.000 metros cuadrados para hacer una escuela media. Otros 1.500 serán cedidos para un centro cultural, que se levantará respetando la fachada de la cárcel vieja, lo único que quedará en pie, porque es histórica. Este centro tendrá dos plantas con salas de exposiciones y para espectáculos. El ONABE licitará la venta del resto del predio para viviendas u oficinas.

Actualidad

Al día de la fecha, los terrenos siguen vacíos: sólo hay promesas de futuros proyectos, a corto o largo plazo. El paso más importante ya fue dado, por lo que las autoridades deben procurar hacer un buen uso de esas tierras, para así brindar a los vecinos del barrio de Parque Patricios un lugar con el que sueñan desde hace años.


Bibliografía consultada


http://www.buenosaires.gov.ar/areas/obr_publicas/ex-caseros/

http://www.clarin.com/diario/2007/11/14/laciudad/h-04201.htm

http://www.clarin.com/diario/2003/03/01/s-04001.htm

http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-94733-2007-11-16.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/espectaculos/6-42744-2004-10-25.html

http://pdf.diariohoy.net/2000/08/09/pdf/u08.pdf

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno , felicitaciones