8 de octubre de 2009

¿Llegó el hombre a la luna?


Esta es una nota que saqué del sitio web observadorglobal.com. La misma habla sobre la llegada del hombre a la luna y la supuesta farsa que hay alrededor de esto. A continuación, el texto extraído.

El alunizaje de Apolo 11 es el final de un engaño perfectamente orquestado. Al menos, eso es lo que cree un grupo con cada vez más adeptos, que descreen que realmente se haya llevado a cabo una de las grandes hazañas del Hombre. Los escépticos sostienen que la tecnología no era lo suficientemente desarrollada y que las fotografías no reflejan precisamente lo que deberían. La veracidad del emblemático logro norteamericano ocurrido en plena Guerra Fría es cuestionada desde que comenzó su planificación.
Imagen de ¿La gran estafa?

“La huella que dejó Armstrong al pisar la Luna fue, en realidad, en el Área 51 al norte de Las Vegas, Nevada”, asegura Bill Kaysing, uno de los encargados de la construcción de Apolo 11. Esa fue la nave espacial que llevó a tres hombres –con Armstrong a la cabeza– al satélite natural de la Tierra por primera vez en la historia. Sin embargo, Kaysing, conocido como “el padre de todas las teorías conspirativas de la Luna”, elige pensar que uno de los logros más impresionantes del ser humano jamás ocurrió. “Realmente creo que no estaban en la cápsula de comando en el momento del lanzamiento. Hicieron una especie de truco de magia con los astronautas. No querían arriesgar sus vidas en caso de que explotara.”

En la década del 60, la tabla de posiciones de la carrera espacial entre Estados Unidos y la U.R.S.S. obligó a los norteamericanos a tomar medidas extremas para ubicarse en el primer puesto. Ya en octubre de 1957, los soviéticos habían lanzando Sputnik –su primer satélite–, una medida innovadora a la cual había que superar. La Luna fue el objetivo elegido por el cual luchar en aquella instancia de la Guerra Fría.

La NASA emprendió entonces un ambicioso plan, y en el punto máximo del programa Apolo, la institución contaba con 400 mil empleados. El 16 de julio de 1969, partió la misión. Cuatro días después, Armstrong era el primer hombre en pisar la Luna. El acontecimiento marcó a generaciones enteras y le permitió a cada uno soñar que ninguno de sus objetivos era imposible de alcanzar.

Sin embargo, desde aquella fecha, los rumores de que tal hazaña no había sucedido empezaron a circular y a tener cada vez más seguidores. El escepticismo creció década tras década, y hoy en día, uno de cada cinco estadounidenses duda que se haya llegado realmente.



LAS FOTOS QUE HABLAN
En las imágenes, las áreas iluminadas desde atrás deberían estar oscuras, pero son perfectamente visibles. Los distintos ángulos en los que se proyectan las sombras indicarían dos fuentes de luz diferentes. No hay estrellas en el cielo lunar. Sin contaminación ni otras luces que interfieran, ¿no deberían ser muchísimo más notorias? Cuando se ve la grabación a mayor velocidad, parece que los astronautas corren normalmente y con gravedad terrestre. No hay viento en la Luna y, sin embargo, la bandera flamea.

Estas son sólo algunas de las hipótesis conspirativas que se generaron a partir de las imágenes registradas. Son lo suficientemente lógicas como para sembrar la duda en el saber popular. La desconfianza de ciertos especialistas tampoco parece probar lo contrario. Tal como lo expresa Ralph René, autor de NASA mooned America, “no había manera de ir a la Luna con lo que tenían. De hecho, no podrían ir hoy en día ni en el futuro próximo. No se envía a un hombre donde no se mandó todavía a un mono.”

LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Sin embargo, las instituciones y los expertos que respaldan el hecho histórico tienen fundamentos para sostenerlo. El periodista dedicado a temas espaciales Diego Córdova rechaza la teoría de que las fotografías no son reales o tomadas por un equipo de grabación ajeno a la tripulación. “La cámara Hasselblad fue hecha especialmente para los astronautas, quienes debieron aprender a usarla con los guantes tomándola por las asas. Todo ese armazón fue una perfecta coraza contra las radiaciones que pudieran afectar a las películas. Los rollos de repuesto se guardaban dentro del módulo lunar, también protegido de la radiación.”

Con respecto a los rumores que aseguran que las sombras se proyectan en diferentes ángulos porque provienen de diversas fuentes de luz, Córdova explica que “el hecho de que algunas sombras no sean paralelas no es porque haya varias fuentes de luz, de hecho hay una sola, que es el Sol, simplemente obedece a que el suelo no es llano sino con rugosidades y muy irregular, por ende, deforma algunas de esas sombras, provocando el efecto antes mencionado.”

EL ÍCONO DE LA VICTORIA ESTADOUNIDENSE
El aspecto más célebre desde la duda se centra en la bandera norteamericana. Sin viento, es imposible que flamease, tal como lo hace en las grabaciones de la estadía lunar. Pero los conocedores destacan que las banderas estadounidenses de las seis misiones Apolo que llegaron a la Luna tienen dos varillas internas, una a lo largo y otra las atraviesa diagonalmente para mantenerlas desplegadas totalmente e inmóviles.

CREER O REVENTAR
Los astrónomos y los que estuvieron involucrados en el proyecto refutan todas las teorías existentes relacionadas a dicho viaje espacial. El segundo hombre en bajar al satélite, Buzz Aldrin, se indigna frente a las dudas. “Estoy totalmente a favor de la libertad de expresión, pero creo que se debería tener cuidado con los que intencionalmente y para beneficio propio engañan a los jóvenes, que son los futuros líderes del mundo”, dice fervientemente.

Eso no quita que siempre estén los descreídos como Kaysing. En el medio del desierto y acompañado por los gatos con los que vive en un santuario, seguirá defendiendo la teoría de que jamás se llegó a la Luna.

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